¿Qué es el TOC?
Estoy segura de que muchas veces has escuchado cosas como “esto me da toc” o “tengo toc con esto o lo otro”. Por desgracia, el trastorno obsesivo compulsivo, que abreviamos con la sigla TOC, es un problema que genera un gran sufrimiento y es mucho más complejo que una molestia cotidiana, lavarse las manos de manera repetida o colocar todo de manera perfecta y simétrica.
El TOC es una lucha interna constante que tiene dos caras: las obsesiones y las compulsiones. Las obsesiones pueden ser pensamientos, sensaciones, impulsos, recuerdos o imágenes que tienen la particularidad de ser intrusivos y no deseados. Esto significa que asaltan la mente, sin aviso y sin razón aparente, trayendo consigo una intensa incomodidad emocional. Una característica distintiva de las obsesiones es que no reflejan deseos reales ni se alinean con la personalidad del individuo, de hecho, muchas personas los viven como extraños, ajenos y desde luego se sienten incontrolables. Estas intrusiones pueden girar en torno a temáticas variadas: desde la contaminación y el orden hasta reflexiones sobre la sexualidad, violencia, moralidad, y más. Es bastante común que una misma persona puede experimentar diferentes obsesiones a lo largo de su vida, cambiando de un tema a otro sin previo aviso.
Las compulsiones: Frente a la tormenta emocional que desatan las obsesiones, las compulsiones aparecen como un intento desesperado de encontrar calma. Se clasifican en físicas (acciones visibles simples hasta rituales complejos); mentales (repetir palabras o imágenes en la mente para contrarrestar la ansiedad); y entre ellas también incluimos los comportamientos como evitar objetos, situaciones o personas que desencadenan obsesiones.
Por ejemplo, si tengo obsesiones con que va a pasar algo horrible puedo hacer un ritual o tocar ocho veces la pared antes de salir de casa. Si tengo pensamientos de hacer daño a un ser querido y sensación de impulso puedo repetir en mi mente que en realidad soy buena persona y alejarme de cuchillos de cocina y personas de mi familia.
El tratamiento efectivo del TOC tiene que ver con desafiar nuestros miedos sin llevar a cabo las compulsiones. A través del desarrollo de diversas habilidades y de la Exposición con Prevención de Respuesta (EPR), que es una herramienta que forma parte del tratamiento de primera línea, podemos enfrentar nuestros miedos sin ceder ante las compulsiones. Este enfoque permite reeducar al cerebro, enseñándole que los pensamientos intrusivos, por más intensos que sean, no son ni hechos ni peligros inminentes. Con la ayuda y el tiempo necesario, se puede vivir libremente.
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